"Y tronó desde los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; envió sus saetas, y los dispersó; y lanzó relámpagos y los destruyó" (2 Samuel 22: 14-15).
¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con tus enemigos cuando se los entregas a Dios? Él los destruye totalmente por ti, eso es lo que pidemos aprender de este pasaje en el día de hoy. Pero Dios no podrá hacerlo si tú, primeramente, no le das la potestad de tus batallas. Dios puede ver tu sufrimiento, pero hasta tanto no le digas que lo haga, Él esperará pacientemente por el día en el que decidas entregarle tus enemigos completamente, allí es cuando Él actuará. Esto fue lo que hizo siempre el rey David, confió que sólo Dios podía librarlo de todos sus enemigos y así siempre fue.
No tomes la justicia en tus manos, la Palabra nos enseña que de Jehová es la venganza (Deuteronomio 32: 35), porque sólo Dios puede juzgar con justicia, esa es una de sus cualidades, la cual el hombre no tiene; así que suelta esa carga y espera en Él, la victoria está cerca. Confía, descansa en Él, entrégale tus enemigos y Él los destruirá por ti. Sé un David en este día.
Que tengas un día bendecido lleno de mucha paz y felicidad. No olvides compartir. Sé de bendición.
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