"Confiando de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesús el Cristo" (Filipenses 1:6).
Todos somos obra y creación del Padre Celestial. Todos hemos venido a este mundo con un llamado y un propósito especial de parte de Dios. Es necesario entender que la mayor de felicidad del hombre consiste en cumplir el propósito de Dios para su vida y no en acumular riquezas ni títulos. Si el Señor ha empezado una obra en ti, lo mejor que piedes hacer es permitirle que la termine. No te conviertas tú mismo en piedra de tropiezo para retrazar el propósito de Dios en tu vida. Sé obediente y déjale actuar, déjale tomar el control y verás cosas maravillosas nunca antes vistas.
Dios te bendiga y feliz fin de semana.
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