"Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: no te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: así será tu descendencia" *(Génesis 15: 4-5).
Abraham fue un tremendo hombre de Dios. Cuando inicialmente fue llamado por Jehová Dios, hizo todo cuanto el Señor le pidió, salió de su parentela y se fue al lugar que le dijo le entregaría a su descendencia (principio de obediencia). Sin embargo, Abraham deseaba la bendición de un hijo, uno de su linaje que le pudiera heredar. Y Dios no sólo le dio ese hijo, sino que le dio además una gran descendencia, ¡todo un pueblo!
Muchas veces, el creyente clama fervientemente por algo, insiste una y otra vez, y sigue clamando al Padre de la bendición, creyendo que en fe recibirá su bendición. Pero una vez reciben esa bendición, muchos fijan su mirada en la bendición y no en el Padre de la bendición. Es por ello que Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo Isaac (Génesis 22: 1-3), porque era necesario que Abraham fuera probado para conocer dónde realmente estaba su tesoro (Mateo 6:21). Mas él nunca vaciló y, por obediencia, hizo lo que Jehová Dios le había ordenado.
En este día, muchas personas han volteado su mirada lejos del Padre de la bendición y han permitido que ídolos del pasado (el trabajo, el negocio, el carro, etc) tomen el primer lugar que sólo le corresponde a Dios. No permitas que esa bendición que recibiste se convierta en tu tesoro y te aleje del propósito de Dios para tu vida; no vaya a ser que luego Dios te demande sacrificar esa bendición porque desea saber dónde realmente está tesoro.
Dios te bendiga y declaro que esta semana será una semana llena de bendiciones sobrenaturales para ti. Esta semana es semana de decisiones radicales, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. #PuestaLaMiradaEnElPadreDeBendición
Abraham fue un tremendo hombre de Dios. Cuando inicialmente fue llamado por Jehová Dios, hizo todo cuanto el Señor le pidió, salió de su parentela y se fue al lugar que le dijo le entregaría a su descendencia (principio de obediencia). Sin embargo, Abraham deseaba la bendición de un hijo, uno de su linaje que le pudiera heredar. Y Dios no sólo le dio ese hijo, sino que le dio además una gran descendencia, ¡todo un pueblo!
Muchas veces, el creyente clama fervientemente por algo, insiste una y otra vez, y sigue clamando al Padre de la bendición, creyendo que en fe recibirá su bendición. Pero una vez reciben esa bendición, muchos fijan su mirada en la bendición y no en el Padre de la bendición. Es por ello que Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo Isaac (Génesis 22: 1-3), porque era necesario que Abraham fuera probado para conocer dónde realmente estaba su tesoro (Mateo 6:21). Mas él nunca vaciló y, por obediencia, hizo lo que Jehová Dios le había ordenado.
En este día, muchas personas han volteado su mirada lejos del Padre de la bendición y han permitido que ídolos del pasado (el trabajo, el negocio, el carro, etc) tomen el primer lugar que sólo le corresponde a Dios. No permitas que esa bendición que recibiste se convierta en tu tesoro y te aleje del propósito de Dios para tu vida; no vaya a ser que luego Dios te demande sacrificar esa bendición porque desea saber dónde realmente está tesoro.
Dios te bendiga y declaro que esta semana será una semana llena de bendiciones sobrenaturales para ti. Esta semana es semana de decisiones radicales, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. #PuestaLaMiradaEnElPadreDeBendición
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