"Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro" (Génesis 13: 10-11).
Muchas veces vamos a encontrar cosas en la carrera del evangelio que a nuestro parecer serán hermosas, pero las cuales en verdad lo que van a atraer es perdición.
Hay dos aspectos que debemos aprender en el día de hoy de este pasaje:
Uno, Lot se dejó llevar por la belleza de las cosas (la apariencia física) y no tuvo discernimiento espiritual para entender que la tierra a la que se dirigía era tierra de perdición, de pecado y no era el lugar propicio para levantar una generación temerosa de Dios.
Dos, Lot nunca logró entender el principio de la cobertura, pues si lo hubiera hecho, jamás se habría separado de su tío Abram, pues toda la riqueza de Lot eran producto de las bendiciones que Abram recibía de parte de Jehová Dios.
No te dejes llevar por la apariencia de las cosas que el mundo te pueda mostrar, muchas de ellas están allí para desviarte del propósito que Dios tienen para contigo. Más bien pon tu mirada en el consumador de la fe, Cristo Jesús.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este bello día.
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