"Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues
en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo" (Romanos 2:1).
Siempre ha sido fácil señalar a otros por lo que hacen cuando sabemos, porque la Biblia nos lo enseña, que el juzgar es solamente un atributo de Jehová Dios porque Él sí es justo. Cuando alguien cae por cualquier razón ya sea robo, mentira, adulterio, etc, para muchos es más fácil juzgarle que levantarle, pues esa es la naturaleza del hombre y lo que lo lleva a tener este tipo de comportamiento dontrario a la volunatd de Dios Padre.
El carácter de Cristo en mi vida se ve cuando yo empiezo a hacer todo lo contrario a lo que la gente en el mundo hace. El carácter de Cristo en mi vida se ve cuando no soy vencido de lo malo. Esto quiere decir que en vez de juzgar, yo debo ayudar a levantar al caído, a darle ánimo y a invitarle a continuar con la buena carrera del evangelio.
Cuando juzgamos a los demás, olvidamos que en algún momento de la vida también hicimos lo mismo.
En Juan capítulo 8, el Señor Jesús habla acerca de una mujer que fue sorprendida en adulterio y los fariseos la traen delante de Su presencia para que Él les dijera qué hacer. ¿Qué hizo el Señor Jesús? (1) confrontó a quienes le acusaban de su pecado (Juan 8:3) y (2) Él no la acusó, sino que la exhortó a no seguir pecando (Juan 8:10-11).
¿Qué harías hoy tú si estuvieras en una situación como esta? La respuesta está en lo que hizo el Señor Jesús, eso es lo que debes hacer.
No te condenes a ti mismo juzgando a otros cuando no te ha sido entregada la potestad de poder juzgar a otros por sus pecados. Permite, más bien, que el carácter de Cristo sea forjado en ti para levantar en amor y animar a otros a continuar la buena carrera del evangelio. Sé de bendición para otros, y no permitas que la condenación venga sobre tu vida.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este hermoso día. #TiempoDePerdonar #LevantaAlCaído
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