"El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Lucas 6: 45).
¿Qué cosas abundan en el corazón de una persona? Escúchale hablar y sabrás la respuesta a esta pregunta. La misma Palabra de Dios nos enseña que, del corazón es que salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias (Mateo 15: 19), así que si prestas atención a lo que una persona dice, sabrás que atesora en su corazón. El hombre sobretodo debe cuidarse mucho de los adulterios, pues no será juzgado sólo si llegara hacerlo, sino por haberlo permitido primero en su corazón, pues desde allí ya lo hizo.
Si en tu corazón hay solamente cosas buenas, entonces de ellas hablarás, pero si hay cosas malas, sólo de ellas hablarás. Es por ello que debemos tener cuidado con lo que le permitimos al corazón, porque de nuestra propia concupiscencia es que somos atraídos a hacer lo malo y a pecar.
Hoy es día de guardar tu corazón (Proverbios 4: 23), y permitirle que sólo cosas buenas abunden en tu boca. El freno no es primeramente para la boca, sino para lo que le permitimos al corazón.
Dios te bendiga.
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