Me imagino que todos se preguntarán qué quiere decir este 1%. Tranquilo si te digo la respuesta enseguida, muy probablemente, ya no querrás leer el devocional y te perderás de una gran bendición porque simplemente te adelantaste a los hechos y
no esperaste.
Bien, el devocional de hoy tiene que ver con glorificar el
nombre de Dios y testificar las maravillas y milagros que a diario Él hace en
nuestras vidas y en las vidas de los demás. Porque a veces es como si fuéramos
unos hijos desagradecidos, sabemos que Él hará cosas por nosotros y cuando las
hace no nos tomamos ni siquera un segundo para decir GRACIAS SEÑOR.
Sé que hay muchas personas creyentes y no creyentes quienes alguna vez han experimentado un milagro de Dios, pero nunca le dijeron nada a nadie, simplemente callaron. Asimismo, sé que hay creyentes que tienen tanto qué agradecer, pero nunca dijeron nada, no testificaron, no glorificaron el nombre de Dios. ¿Sabes cuántas personas pudieron haber llegado a los pies de Cristo si tan sólo hubieran testificado de aquello que hizo en sus vida?
La Palabra del día de hoy se encuentra en:
Lucas 17: 11-19
11Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaria y Galilea,12y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia 13y, levantando la voz, dijeron:
¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! 14Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. 15Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; 16y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. 17Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? 18¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? 19Y le dijo:
Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Este pasaje representa la historia que deseo compartir con ustedes. Estos diez leprosos querían ser sanados, probablemente hicieron de todo para lograr la sanidad, sin embargo, escucharon acerca del Mesías y de las maravillas que Él hacía. Es decir, creyeron que Él sí podía hacer algo por ellos y fueron a su encuentro. ¿Cuántos de ustedes creen que Cristo puede hacer algo en sus vidas? ¿Por qué te has demorado tanto para ir a su encuentro? Ya habrás escuchado, así como los diez leprosos, el poder que hay en Jesús, Él puede sanar todas tus heridas, nada es imposible para Él.
Hay algo curioso en este pasaje y es que todos recibieron sanidad y fueron felices por lo que había pasado. Y así somos nosotros, le pedimos de todo al Padre y recibimos. Pero, dice la Palabra de Dios en el verso 15, uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz y esa es la actitud de cualquier cristiano que reciba de parte de Dios. Hay que glorificar su nombre, ese es el testimonio que debemos dar a las demás personas, porque a través de un testimonio también un alma puede ser ganada, un pecador se puede arrepentir, un ateo crea que Dios sí existe.
El verso 16 nos enseña otra lección bien importante: y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias. ¿Cuántas veces has hecho lo mismo? ¿Cuántas veces te has postrado para decirle a tu Dios GRACIAS PADRE? Es tiempo que dejes de ser ese hijo(a) ingrato que no reconoce las cosas maravillosas que su Padre hace por él/ella. Esta mañana más bien te exhorto a que seas parte de ese 1% de personas que toma la actitud del samaritano, que te devuelvas, glorifiques y des gracias a Dios por lo que ha hecho hasta este momento contigo. Es momento de ser agradecido y de testificar lo que Dios hace en nuestras vidas.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
email: sameza@gmail.com
Móvil: 3012698958
Cartagena, Colombia
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