Muchas veces nos encontramos en situaciones o circunstancias
de las cuales no queremos salir porque estamos cómodos. Mirar fuera de ese
contexto nos aterra por el temor a lo desconocido, al riesgo, al fracaso. Así por ejemplo, muchos de
nosotros no queremos salir del hotel papi y mami, otros no quieren dejar esos
empleos que tantos dolores de cabeza les han producido, otros más no quieren
salir de relaciones sentimentales que no aportan nada a sus vidas. Y en fin, la
lista puede ser mucho más larga, pero hoy Jehová hablará tremendamente a tu
vida con este devocional. El Señor quiere sacarte de tu zona de comodidad porque
desea bendecirte y mostrarte cosas maravillosas que sólo Él puede hacer.
La Palabra de hoy se encuentra en:
Génesis 12: 1-2
"Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición".
Hay tres aspectos que podemos aprender de esta cita en el día de hoy:
Uno, la obediencia. Abram escucha la voz del mismo Dios que le dice que saliera de su parentela, la cual en este caso representa la zona de comodidad. Y le dice que vaya a la tierra que Él le iba a mostrar. Abram escuchó la voz de Dios y le creyó, como resultado, salió de allí. Abram fue obediente y ser obediente tiene que ver con hacer las cosas en el acto, sin cuestionar. ¿Cuál es esa zona de la cual te quiere sacar Dios? Solamente tú y Él tienen la respuesta a esta pregunta, pero te aseguro que si eres obediente y le crees al Señor, serás bendecido y prosperado como Abram. La Palabra nos enseña en los capítulos subsiguientes que Abram fue riquísimo en ganado, plata y oro (Génesis 13: 2). ¿Crees que contigo pueda pasar lo mismo sólo por ser obediente a Dios?.
El segundo aspecto tiene que ver con la fe, ¿pero cómo viene la fe? La misma Biblia nos enseña que la fe viene por el oir, y el oir por la Palabra de Dios (Romanos 10: 17). Ciertamente, Abram escuchó la Palabra del Dios Altísimo y la creyó, la atesoró en su corazón y, estoy más que seguro que, no dudó que Dios iba hacer todo cuanto le prometió. Por eso, ambos puntos son importantes, porque con fe hay obediencia para cumplir los pedidos que Dios nos haga. En ese momento, Abram tenía sus sentidos espirituales abiertos para ver lo que Dios quería porque ir a una tierra desértica, probablemente sin ningún habitante es algo descabellado, ¿cierto? Y, ¿qué es la fe? En Hechos 11: 1 la Biblia nos enseña esa definición: la fe es la certeza de que lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Abram tuvo por cierto que esa tierra iba a ser suya, aun cuando no la veía.
Y por último, el compromiso. Abram de seguro hizo todas las cosas necesarias para llegar al punto que debía si quería ver lo que Dios tenía para él, ¿verdad? Salió de su zona de comodidad, se fue para esa tierra, e hizo las demás que Dios le pidió. Eso es compromiso, pero un compromiso verdadero. Cuando estamos comprometidos, hacemos todo lo humanamente posible y un poco más para alcanzar metas. En este punto debemos ser valientes y esforzados para no rendirnos ni dejarnos vencer por el enemigo, ya que él no desea que seas bendecido, él quiere verte destruído, fracasado.
Dios hoy desea sacarte de esa zona de comodidad en la cual te encuentras porque Su propósito es bendecirte grandemente, y quizá tengas miedo, pero Él te dice no temas. Sólo créele y será hecho. Ten fe, comienza a abrir tus sentidos espirituales para que por fe veas lo que los demás no pueden ver. Recuerda que es importante que te comprometas con el Señor para que esa obediencia tenga su recompensa al final. Te invito a que salgas de tu zona de comodidad y emepieces a confiar y a creer en lo que Dios te está diciendo, no olvides que la fe viene por el oir la Palabra de Dios.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
Comentarios
Publicar un comentario