Quizá lo más difícil por lo que atraviesa cualquier
creyente, en algún momento de su vida, son las pruebas. En medio de la
prueba es cuando Dios mira de dónde proviene nuestra fortaleza y sobre qué se
encuentra cimentada nuestra fe. En medio de esa prueba, casi siempre
nos viene la tristeza, el desánimo y las ganas de querer "tirar lo
toalla" y renunciar a todo lo que Dios no ha entregado para volver atrás,
para retroceder. No entiendo por qué
la naturaleza del hombre en vez de ayudarnos a querer continuar con la carrera,
nos invita siempre a retroceder, pero lo que sí sé es que a través de La
Palabra, el mismo Dios también nos da la respuesta para cuando viene la crisis
y para que sepamos de qué manera enfrentarla.
La Palabra de hoy se encuentra en:
Habacuc 3: 18-19
Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios
de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza.
Hay tres cosas que quisiera rescatar de estos dos
versículos del libro de Habacuc. Primero, debemos entender algo muy puntual y
es que dice La Palabra CON TODO ME ALEGRARÉ EN JEHOVÁ. Con
todo quiere decir en cualquier circunstancia de la vida, sea para bien o para
mal. Pero resulta que cuando estamos siendo bendecidos somos los mejores
cristianos del mundo, la felicidad siempre está a flor de piel, y nunca
esperamos que llegue la prueba, pero cuando llega todo cambia. Todo esto sucede porque el
cimiento de nuestra fe está en algo más y no exactamente en Dios. En la Biblia
encontramos ejemplos a seguir de personajes quienes bajo cualquier situación
siempre alabaron a Dios, entre ellos encontramos a José, Pablo, Job, entre otros. Entonces, lo que trato
de decirte es que si ellos pudieron lograrlo, tú también lo puedes hacer. Así
que si estás atravesando por una prueba difícil y los ánimos van decayendo, te
recomiendo que estés atento porque este mensaje es para ti.
Lo segundo que debemos entender de esta porción de la Palabra de Dios es que MI GOZO
ESTÁ EN JEHOVÁ. Tener el gozo en Dios significa tener los ojos puestos
en Él y no dejarnos distraer por lo que a nivel natural podamos percibir. Es
decir, mis ojos espirituales deben estar puestos en lo sobrenatural,
porque estando en lo sobrenatural aprendo a que las circunstancias no me
vencerán, pues mi gozo está en Jehová quien igualmente es un Dios
sobrenatural. Sé que hay situaciones de la vida en donde nos dejamos robar el
gozo, a mí me ha pasado. Cuando voy conduciendo y mi esposa va a mi lado,
siempre me recuerda que no me deje quitar el gozo ni la bendición de nada ni de
nadie. No es fácil, mas no imposible, recuerda que si tu fortaleza es Dios,
entonces si crees en Él no habrá imposibles, ¿cierto? Tener nuestro gozo en
Dios también significa ver lo sobrenatural para no dejarnos amedrentar de lo natural. Que tu gozo no sea determinado por las
circunstancias, sino por la medida de fe que has depositado en Jehová tu Dios.
Y, por último, hay que tener en cuenta siempre que MI
FORTALEZA ES JEHOVÁ. Muchas veces creemos que somos súper hombres, y nos creemos el cuento, que es lo peor, pues llegamos a pensar que
con nuestras propias fuerzas podemos vencer olvidando que
nada somos sin Él, que sin Él nuestra carga ya no se hace ligera, sino pesada. Si tu fortaleza viene de jehová, entonces podrás vencerlo
todo, inclusive al mismo diablo cuando quiera venir a robarte lo que
Dios te ha entregado y sabes ¿por qué? Porque se dará cuenta que no hay por
dónde meterse contigo. Que Dios sea tu fortaleza es dejar que Él vaya de
primero peleando tus batallas y acabando con todos tus enemigos (Éxodo 14:14), también es
darle el lugar que se merece y la honra a la cual sólo Él es digno.
No olvidemos esta enseñanza tan poderosa que Dios nos
muestra hoy: debemos estar alegres e igualmente gozosos en todo tiempo,
sabiendo que Jehová es nuestra fortaleza. Espero que hoy te hayas equipado con las armas espirituales necesarias para contrarrestar esa situación adversa, de la cual pensaste que era más grande que tu Dios. No olvides: con todo alégrate en tu Dios, nunca dejes de
gozarte en Él, es hora de estar alegres en todo tiempo.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
Comentarios
Publicar un comentario