¿Amas más las tinieblas que la luz?
El tema de hoy será de mucha reflexión para todos, cristianos y no cristianos por igual. Es acerca de la siguiente pregunta: ¿cómo sé si hago las cosas que solamente agradan al Señor? Lo más probable es que te hallas hecho esa pregunta antes, sin embargo, no has encontrado una respuesta que llene tu alma ni tu espíritu, ¿cierto? Espero que al final de este devocional puedas encontrar una respuesta y despejar esta duda. Tengo la fe y la convicción que el Señor a través de su Espíritu Santo hablará a tu vida y esta pequeña enseñanza será de gran bendición para tu vida.
Veamos qué dice la Palabra en Juan 3: 20-21/RVR1960:
"Porque todo aquel que practica lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean censuradas. Pero el que hace la verdad viene a la luz para que sus obras sean manifiestas, que son hechas en Dios".
Estos dos versos encierran una gran verdad. Aquí se sabe si las cosas que hacemos le agradan al Señor. Una característica principal de la gente malvada es que ama la oscuridad, o sea sienten placer en el pecado y en la inmoralidad. La Palabra nos enseña que ellos no quieren ser censurados, por ende, se alejan de la luz, porque le temen a la verdad, al juicio y a la ira de Dios, pero cierto es que ya han sido condenadas de antemano si no hay un arrepentimiento genuino..
De las cosas más difíciles que enfrenta un cristiano en su andar es morir a su viejo hombre. Y hay costumbres que cuestan mucho trabajo dejar atrás, pero cuando dejamos todo en las manos del Señor, las cosas resultan más sencillas, menos complicadas, pues para Dios no hay imposibles (Isaías 65:24). Sólo hay que confiar que Él hará y así será. En La Palabra en los libros de Romanos y de Gálatas podemos encontrar un listado de las cosas que le agradan a Jehová, aquí te puedo enumerar algunas: amarle por sobre todas las cosas, hacer el bien, vencer al mal con el bien, honrar a padre y madre, guardar sus mandamientos, etc... Y en Gálatas 5:10 encontrarán un listado de los deseos de la carne, es decir las cosas que el malvado ama y que no agradan a Dios.
Por el contrario, cuando volvemos a nacer en Cristo Jesús, hacemos las cosas que le agradan al Padre, esas que anteriormente mencioné. Probablemente, para muchos sea imposible que alguien vuelva a nacer de nuevo, pero La Palabra no se refiere a volver al vientre de nuestra madre, sino a que hay que morir al viejo hombre. 2 de Corintios 5:17 dice que, cuando estamos en Cristo somos nuevas criaturas y todas las cosas son hechas nuevas. Ese es el nuevo nacimiento al que me refiero. Cuando se vuelve a nacer, amamos la justicia y repudiamos la maldad, y las cosas injustas del mundo. No nos complacemos en la conducta pecaminosa que se manifiesta frente a nosotros.
¿Amas más las tinieblas que la luz? ¿A quién estás alimentando más? ¿Al espíritu o a la carne? La respuesta a esa pregunta sólo la tienes tú, pero recuerda que Dios es el único que puede ver qué hay en tu corazón; por lo tanto, sólo Él podrá juzgarte por tus obras. Ya hoy has aprendido a conocer cuáles son las cosas que le agradan al Señor y las que no. Ya has hallado la respuesta a la pregunta ¿cómo sé yo si hago las cosas que le agradan al Señor? Es hora de reflexionar y parar de hacer aquellas cosas que te alejan de Dios. Daniel Calveti en su libro La Generación de la Undécima Hora dice que lo que te aparta de Dios no es de Dios.
Dios te bendiga sobreabundantemente. Feliz domingo.
El tema de hoy será de mucha reflexión para todos, cristianos y no cristianos por igual. Es acerca de la siguiente pregunta: ¿cómo sé si hago las cosas que solamente agradan al Señor? Lo más probable es que te hallas hecho esa pregunta antes, sin embargo, no has encontrado una respuesta que llene tu alma ni tu espíritu, ¿cierto? Espero que al final de este devocional puedas encontrar una respuesta y despejar esta duda. Tengo la fe y la convicción que el Señor a través de su Espíritu Santo hablará a tu vida y esta pequeña enseñanza será de gran bendición para tu vida.
Veamos qué dice la Palabra en Juan 3: 20-21/RVR1960:
"Porque todo aquel que practica lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean censuradas. Pero el que hace la verdad viene a la luz para que sus obras sean manifiestas, que son hechas en Dios".
Estos dos versos encierran una gran verdad. Aquí se sabe si las cosas que hacemos le agradan al Señor. Una característica principal de la gente malvada es que ama la oscuridad, o sea sienten placer en el pecado y en la inmoralidad. La Palabra nos enseña que ellos no quieren ser censurados, por ende, se alejan de la luz, porque le temen a la verdad, al juicio y a la ira de Dios, pero cierto es que ya han sido condenadas de antemano si no hay un arrepentimiento genuino..
De las cosas más difíciles que enfrenta un cristiano en su andar es morir a su viejo hombre. Y hay costumbres que cuestan mucho trabajo dejar atrás, pero cuando dejamos todo en las manos del Señor, las cosas resultan más sencillas, menos complicadas, pues para Dios no hay imposibles (Isaías 65:24). Sólo hay que confiar que Él hará y así será. En La Palabra en los libros de Romanos y de Gálatas podemos encontrar un listado de las cosas que le agradan a Jehová, aquí te puedo enumerar algunas: amarle por sobre todas las cosas, hacer el bien, vencer al mal con el bien, honrar a padre y madre, guardar sus mandamientos, etc... Y en Gálatas 5:10 encontrarán un listado de los deseos de la carne, es decir las cosas que el malvado ama y que no agradan a Dios.
Por el contrario, cuando volvemos a nacer en Cristo Jesús, hacemos las cosas que le agradan al Padre, esas que anteriormente mencioné. Probablemente, para muchos sea imposible que alguien vuelva a nacer de nuevo, pero La Palabra no se refiere a volver al vientre de nuestra madre, sino a que hay que morir al viejo hombre. 2 de Corintios 5:17 dice que, cuando estamos en Cristo somos nuevas criaturas y todas las cosas son hechas nuevas. Ese es el nuevo nacimiento al que me refiero. Cuando se vuelve a nacer, amamos la justicia y repudiamos la maldad, y las cosas injustas del mundo. No nos complacemos en la conducta pecaminosa que se manifiesta frente a nosotros.
¿Amas más las tinieblas que la luz? ¿A quién estás alimentando más? ¿Al espíritu o a la carne? La respuesta a esa pregunta sólo la tienes tú, pero recuerda que Dios es el único que puede ver qué hay en tu corazón; por lo tanto, sólo Él podrá juzgarte por tus obras. Ya hoy has aprendido a conocer cuáles son las cosas que le agradan al Señor y las que no. Ya has hallado la respuesta a la pregunta ¿cómo sé yo si hago las cosas que le agradan al Señor? Es hora de reflexionar y parar de hacer aquellas cosas que te alejan de Dios. Daniel Calveti en su libro La Generación de la Undécima Hora dice que lo que te aparta de Dios no es de Dios.
Dios te bendiga sobreabundantemente. Feliz domingo.
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