La aflicción es necesaria para formar tu carácter
"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).
Muchas veces el creyente se pregunta por qué le toca pasar por ciertas aflicciones en la vida, llegando incluso a cuestionar a Dios por esas mismas situaciones. Pero lo que cada creyente debe tener claro es que con cada aflicción viene una lección, y con cada lección viene una promoción de parte de Dios. Aunque pareciera descabellado, la aflicción es necesaria en la vida de todo creyente, pues tiene dos objetivos:
1. Hacernos crecer y formar nuestro carácter.
2. Prepararnos para enfrentar el nivel al cual Dios nos quiere llevar, en donde también hallaremos otros tipos de aflicciones.
Sin la aflicción, el evangelio de Cristo no fuera real. Si todo creyente está llamado a crecer espiritualmente y ser preparado para toda buena obra, entonces necesita de la aflicción para ser promovido de un nivel a otro. Cristo también pasó por la aflicción, y la venció. La aflicción es la que determinará tu crecimiento y tu carácter espiritual.
El verso del día de hoy comienza con una promesa de parte del Señor Jesús: en Él tendremos paz. ¿Qué quiere decir esto? Pues que Él tiene el control de cada aflicción por la que pasemos, y mucho antes de llegar, ya nos ha entregado Su paz, que tremendo es esto, ¿no es así? Sin embargo, debemos pasar por la aflicción, es necesario.
Hoy deseo decirte que no importa la aflicción por la que estés atravesando, en medio de ella, Jesús te dice que tienes Su paz y Él te alienta a continuar porque Él ya venció. Y si Él lo hizo, tú también, porque TODO LO PUEDES EN ÉL (Filipenses 4:13). El hijo tiene el ADN de su padre, y tú tienes el ADN de un vencedor y no el de un vencido. Dile a tu aflicción que la vencerás, porque Dios ya decretó algo mejor para ti.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este bello día. No olvides compartir este mensaje con otros, sé de bendición.
"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).
Muchas veces el creyente se pregunta por qué le toca pasar por ciertas aflicciones en la vida, llegando incluso a cuestionar a Dios por esas mismas situaciones. Pero lo que cada creyente debe tener claro es que con cada aflicción viene una lección, y con cada lección viene una promoción de parte de Dios. Aunque pareciera descabellado, la aflicción es necesaria en la vida de todo creyente, pues tiene dos objetivos:
1. Hacernos crecer y formar nuestro carácter.
2. Prepararnos para enfrentar el nivel al cual Dios nos quiere llevar, en donde también hallaremos otros tipos de aflicciones.
Sin la aflicción, el evangelio de Cristo no fuera real. Si todo creyente está llamado a crecer espiritualmente y ser preparado para toda buena obra, entonces necesita de la aflicción para ser promovido de un nivel a otro. Cristo también pasó por la aflicción, y la venció. La aflicción es la que determinará tu crecimiento y tu carácter espiritual.
El verso del día de hoy comienza con una promesa de parte del Señor Jesús: en Él tendremos paz. ¿Qué quiere decir esto? Pues que Él tiene el control de cada aflicción por la que pasemos, y mucho antes de llegar, ya nos ha entregado Su paz, que tremendo es esto, ¿no es así? Sin embargo, debemos pasar por la aflicción, es necesario.
Hoy deseo decirte que no importa la aflicción por la que estés atravesando, en medio de ella, Jesús te dice que tienes Su paz y Él te alienta a continuar porque Él ya venció. Y si Él lo hizo, tú también, porque TODO LO PUEDES EN ÉL (Filipenses 4:13). El hijo tiene el ADN de su padre, y tú tienes el ADN de un vencedor y no el de un vencido. Dile a tu aflicción que la vencerás, porque Dios ya decretó algo mejor para ti.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este bello día. No olvides compartir este mensaje con otros, sé de bendición.
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