Pon guarda a mi boca
"Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios.
No dejes que se incline mi corazón a cosa mala (Salmos 141:3-4).
La naturaleza del hombre es seguir sus emociones y actuar con base en ellas. Cuando tenemos rabia tendemos a decir cosas que van a herir y a lastimar a las personas que amamos, luego nos arrepentimos de lo que hacemos y pedimos perdón, sin embargo el daño ya está hecho. Y todo se vuelve a repetir como un círculo vicioso. ¿No es mejor aprender a callar y frenar la boca? Más vale prevenir que lamentar. Antes de decir nada, es mejor pensar en las consecuencias de nuestras actos, en este caso de nuestras palabras. La Biblia también dice en Proverbios 18:21que, la muerte y la vida dependen de la lengua, wow, increíble, pero tanto poder hay en nuestra boca. Es necesario saber esto para intentar ser mejores cada día.
No obstante, el salmista no sólo hace referencia a la boca en este verso, igualmente lo hace con el corazón. Y es que del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias (Mateo 15:19), en fin de todas cosas que nos alejan del Padre. Es por eso que, el corazón es engañoso y solamente Jehová Dios es quien lo conoce (Jeremías 17:9). ¿Ya ves por qué Dios mira el corazón de las personas?. Antes que frenar la boca, habría que mas bien guardar el corazón, porque de él mana la vida y la muerte.
Marcos 7:4 dice "nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre". El corazón y la boca están ligados y es por eso que todo lo que decimos es lo que justamente contamina al hombre. Cuando escuchamos un chisme o prestamos nuestros oídos para eso, entonces nos estamos contaminando. Cuando alguien nos hiere de palabra y reaccionamos a ello, entonces nos contaminamos, así que a palabras necias oídos sordos, mejor es guardar el corazón (Proverbios 4:23).
Espero que este corto devocional haya hablado a tu vida tremendamente. Guarda tu corazón, frena la boca y verás el gran cambio que esta práctica puede traer a tu vida.
Dios te guarde y te bendiga sobrenaturalmente. LIKE si te ha gustado este mensaje. SHARE para compartir con otros, sé de bendición en este día.
"Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios.
No dejes que se incline mi corazón a cosa mala (Salmos 141:3-4).
La naturaleza del hombre es seguir sus emociones y actuar con base en ellas. Cuando tenemos rabia tendemos a decir cosas que van a herir y a lastimar a las personas que amamos, luego nos arrepentimos de lo que hacemos y pedimos perdón, sin embargo el daño ya está hecho. Y todo se vuelve a repetir como un círculo vicioso. ¿No es mejor aprender a callar y frenar la boca? Más vale prevenir que lamentar. Antes de decir nada, es mejor pensar en las consecuencias de nuestras actos, en este caso de nuestras palabras. La Biblia también dice en Proverbios 18:21que, la muerte y la vida dependen de la lengua, wow, increíble, pero tanto poder hay en nuestra boca. Es necesario saber esto para intentar ser mejores cada día.
No obstante, el salmista no sólo hace referencia a la boca en este verso, igualmente lo hace con el corazón. Y es que del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias (Mateo 15:19), en fin de todas cosas que nos alejan del Padre. Es por eso que, el corazón es engañoso y solamente Jehová Dios es quien lo conoce (Jeremías 17:9). ¿Ya ves por qué Dios mira el corazón de las personas?. Antes que frenar la boca, habría que mas bien guardar el corazón, porque de él mana la vida y la muerte.
Marcos 7:4 dice "nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre". El corazón y la boca están ligados y es por eso que todo lo que decimos es lo que justamente contamina al hombre. Cuando escuchamos un chisme o prestamos nuestros oídos para eso, entonces nos estamos contaminando. Cuando alguien nos hiere de palabra y reaccionamos a ello, entonces nos contaminamos, así que a palabras necias oídos sordos, mejor es guardar el corazón (Proverbios 4:23).
Espero que este corto devocional haya hablado a tu vida tremendamente. Guarda tu corazón, frena la boca y verás el gran cambio que esta práctica puede traer a tu vida.
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