¿Qué debo hacer para permanecer firme y fiel a Dios?
Muchas veces es difícil para el creyente no enredarse con las cosas del mundo. Por experiencia puedo decirte que, mientras en tu vida existan más cosas que te aten a este mundo, más peligros tendrás que enfrentar para afianzar tu fe en Cristo Jesús. ¿Por qué? Porque el enemigo usará esas cosas para tratar de destruirte e impedir el propósito de Dios en tu vida y en la de tu familia. Por esa razón es que, debemos cortar el "cordón umbilical" que nos ata a este mundo. Nuestro cordón umbilical debe estar conectado solamente con las cosas del Reino.
¿Qué debo hacer para permanecer firme y fiel a Dios aún cuando vivo en este mundo? Veamos qué dice la Palabra de Dios al respecto:
"Y dirigiéndose a José, le expresó: ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan prudente y sabio como tú. Por eso tú estarás al frente de mi palacio, y todo mi pueblo tendrá que acatar tus órdenes. Sólo por el trono real seré superior a ti. Y el Faraón siguió diciendo a José: ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto" (Génesis 41: 39-41).
En este pasaje, la Biblia nos habla acerca de la vida de José, aquel que fue vendido como esclavo por sus propios hermanos. Primero, aprenderemos de él tres claves básicas que nos ayudarán a permanecer firmes y fieles en nuestra relación con Dios aún estando en "Egipto" y, por último, veremos cuál es la respuesta de Dios a esa fidelidad.
CLAVE NÚMERO UNO = RECONOCER Y DAR A JEHOVÁ DIOS SU LUGAR. José vivió en Egipto por muchos años; un pueblo pagano que tenía muchos dioses y cuyas costumbres eran muy diferentes a las suyas. No obstante, José nunca perdió ni olvidó sus costumbres, tampoco se olvidó de su Dios para ir tras otros dioses, tampoco olvidó de dónde venía. Por el contrario, honró y reconoció a Jehová como su Dios, aun en medio de esas circunstancias tan difíciles por las que pasó, como por ejemplo ser vendido por sus hermanos, ser encarcelado por algo que no hizo. En todas estas pruebas, José siempre se mantuvo firme viviendo en el mismo mundo que tú y yo vivimos actualmente.
CLAVE NÚMERO DOS = TENER BIEN CLARA MI IDENTIDAD. A muchos creyentes se nos olvida quiénes somos y de dónde nos sacó Dios, ¿no es así? José nunca olvidó su identidad. La identidad del creyente es bastante importante, ya que se trata de reconocer a quién pertenecemos. Tu identidad es de Reino, no de este mundo, y esa misma identidad es la que deben ver todas las personas que te rodean. Que sepan que en ti hay algo diferente y es la imagen de Dios, nunca olvides que fuiste creado a Su imagen (Génesis 2: 27). En medio de cualquier circunstancia que nos presente la vida, no debemos perder nuestra identidad.
CLAVE NÚMERO TRES = LA FIDELIDAD. Ser fiel es sinónimo de ser constantes, radicales, firmes. ¿Por qué algunos cristianos se van de las iglesias? Porque no son radicales con respecto a sus decisiones. Yo me pregunto ¿qué pasaría si Dios no fuera ni radical, ni constante, ni fiel? ¿Qué pasaría con todos nosotros?. Si fuimos creados a Su imagen, entonces debemos tener esas mismas cualidades: fidelidad, firmeza, constancia igualmente. En medio de todo "lo malo" que le pasó a José, Dios siempre estuvo en control de todo porque le reconoció y le dio el lugar que se merece. Además, José siempre se mantuvo fiel, fue firme y radical. Si en tu vida Dios no lleva el control, entonces estás siendo guiado por tus mismas decisiones, estás a la deriva como barco sin rumbo.
Finalmente, ¿cuál es la respuesta de Dios ante esto? La bendición hasta que sobreabunde, esa es la respuesta. La fidelidad de José le mereció ser puesto como gobernador de Egipto, y bajo su gobierno este pueblo fue prospero y bendecido por causa de José. A pesar de que José vivía en medio de un pueblo pagano, nunca perdió su identidad y tampoco dejó de reconocer en quién había creído. ¿Cuál es tu Egipto? ¿El trabajo? ¿Tus amigos? No importa en dónde te haya puesto Dios, recuerda que Él debe estar en control y tú no puedes perder esa nueva identidad que te ha dado. Si honras a Dios como debe ser y en todo tiempo, Él también lo hará contigo (1 Samuel 2: 30).
Podemos estar en este mundo, pero nunca olvidar que somos luz, y la luz no se oculta, es siempre puesta para alumbrar a quienes andan en oscuridad.
Dios te bendiga poderosamente en este bello día. LIKE si te ha gustado esta mensaje. Sé de bendición, no olvides compartir con otros.
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