Buscar a Dios
No entiendo a veces por qué es tan difícil buscar a Dios. Hace un par de meses atrás, atravesé por una etapa difícil en mi vida espiritual. Y no porque haya sufrido la perdida de un ser querido, NO. Sino que permití que los afanes de la vida y las obligaciones laborales nublaran mi pensamiento y, como consecuencia, dejé de buscar a Dios. Y enseguida, empecé a debilitarme y, de repente, PUM ya estaba desanimado. Como resultado de todo esto, nos cuesta más trabajo levantarnos a orar por la mañana, nos da flojera leer la Biblia, ya no queremos intimar con Dios, en fin, dejamos de hacer todas las cosas que alimentan nuestra espíritu y, que por ende, fortalecen nuestra comunión con Él y es cuando viene la apatía espiritual.
Hoy deseo compartirles acerca de esta situación porque es muy fácil caer presa de ella, es muy fácil abrir puertas y permitirle al enemigo entrar y destruir todo lo bello que Dios ha hecho en ti. Te invito a que te levantes y no descuides tu relación con Dios, cuando sientas que eso está pasando, sacúdete, vence la carne haciendo el bien. No olvides que, la carne siempre estará en oposición a lo que el espíritu quiere hacer. O sea, que cuando andamos en la ley de la carne, es cuando no queremos orar, leer la Biblia ni intimar con Dios. Estas son señales que no debemos dejar pasar por alto. Por el contrario, son señales que nos indican que nuestra vida espiritual está mermando, y que nos estamos enfriando.
Y ¿qué nos enseña La Palabra de Dios al respecto?
"Pero así dice Jehová a la casa de Israel: buscadme y viviréis" (Amós 5:4).
Una de las primeras cosas que empezamos a experimentar cuando nuestra relación con Dios se debilita es que empezamos a "morir lentamente". Ese es el funesto resultado de esa situación. Pero no me estoy refiriendo a la muerte física, sino a la espiritual. Si estás observando conductas como las anteriormente mencionadas, PONTE PILAS porque el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8) y ese alguien puedes ser tú en este día si continúas descuidando tu comunión con Dios y alimentando más tu carne. No permitas que las circunstancias de la vida te debiliten.
Dios dice que debemos buscarle para así poder vivir. Y es que sin Él, estamos muertos en vida, ¿no es así? Buscar a Dios implica lo siguiente:
(1) Hacer todas esas cosas que garantizan que nuestra comunión se fortalezca cada día más.
(2) Es prenda de garantía para salvar nuestra alma y vivir eternamente a su lado en el Reino de los Cielos.
(3) Es estar vivos, ya que la misma Palabra nos dice que cuando estábamos sin Él, estábamos muertos en nuestros pecados. Levántate ya, alza tu cabeza, eres un hijo de Dios, no olvides cuál es tu identidad, que tu ciudadanía está en el Reino de los Cielos.
Este mensaje es para exhortar a aquellas personas que hoy se encuentran débiles en la fe para que no den lugar al diablo, porque no debemos abrir puertas que con Cristo pudimos cerrar un día.
Te invito a avivar el fuego del Espíritu Santo de Dios que habita en ti, busca leña todos los días (ora, lee la Biblia) para que esa llama no se apague, sino que, por el contrario, siempre esté avivada. Es hora de volver a empezar y buscar a Dios de todo corazón para que culmine la obra que un día empezó contigo.
Dios te bendiga y no te desanimes, sigue adelante. Eres un vencedor, no un vencido. LIKE si te ha gustado el mensaje. No olvides compartirlo con otros, sé de bendición.
No entiendo a veces por qué es tan difícil buscar a Dios. Hace un par de meses atrás, atravesé por una etapa difícil en mi vida espiritual. Y no porque haya sufrido la perdida de un ser querido, NO. Sino que permití que los afanes de la vida y las obligaciones laborales nublaran mi pensamiento y, como consecuencia, dejé de buscar a Dios. Y enseguida, empecé a debilitarme y, de repente, PUM ya estaba desanimado. Como resultado de todo esto, nos cuesta más trabajo levantarnos a orar por la mañana, nos da flojera leer la Biblia, ya no queremos intimar con Dios, en fin, dejamos de hacer todas las cosas que alimentan nuestra espíritu y, que por ende, fortalecen nuestra comunión con Él y es cuando viene la apatía espiritual.
Hoy deseo compartirles acerca de esta situación porque es muy fácil caer presa de ella, es muy fácil abrir puertas y permitirle al enemigo entrar y destruir todo lo bello que Dios ha hecho en ti. Te invito a que te levantes y no descuides tu relación con Dios, cuando sientas que eso está pasando, sacúdete, vence la carne haciendo el bien. No olvides que, la carne siempre estará en oposición a lo que el espíritu quiere hacer. O sea, que cuando andamos en la ley de la carne, es cuando no queremos orar, leer la Biblia ni intimar con Dios. Estas son señales que no debemos dejar pasar por alto. Por el contrario, son señales que nos indican que nuestra vida espiritual está mermando, y que nos estamos enfriando.
Y ¿qué nos enseña La Palabra de Dios al respecto?
"Pero así dice Jehová a la casa de Israel: buscadme y viviréis" (Amós 5:4).
Una de las primeras cosas que empezamos a experimentar cuando nuestra relación con Dios se debilita es que empezamos a "morir lentamente". Ese es el funesto resultado de esa situación. Pero no me estoy refiriendo a la muerte física, sino a la espiritual. Si estás observando conductas como las anteriormente mencionadas, PONTE PILAS porque el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8) y ese alguien puedes ser tú en este día si continúas descuidando tu comunión con Dios y alimentando más tu carne. No permitas que las circunstancias de la vida te debiliten.
Dios dice que debemos buscarle para así poder vivir. Y es que sin Él, estamos muertos en vida, ¿no es así? Buscar a Dios implica lo siguiente:
(1) Hacer todas esas cosas que garantizan que nuestra comunión se fortalezca cada día más.
(2) Es prenda de garantía para salvar nuestra alma y vivir eternamente a su lado en el Reino de los Cielos.
(3) Es estar vivos, ya que la misma Palabra nos dice que cuando estábamos sin Él, estábamos muertos en nuestros pecados. Levántate ya, alza tu cabeza, eres un hijo de Dios, no olvides cuál es tu identidad, que tu ciudadanía está en el Reino de los Cielos.
Este mensaje es para exhortar a aquellas personas que hoy se encuentran débiles en la fe para que no den lugar al diablo, porque no debemos abrir puertas que con Cristo pudimos cerrar un día.
Te invito a avivar el fuego del Espíritu Santo de Dios que habita en ti, busca leña todos los días (ora, lee la Biblia) para que esa llama no se apague, sino que, por el contrario, siempre esté avivada. Es hora de volver a empezar y buscar a Dios de todo corazón para que culmine la obra que un día empezó contigo.
Dios te bendiga y no te desanimes, sigue adelante. Eres un vencedor, no un vencido. LIKE si te ha gustado el mensaje. No olvides compartirlo con otros, sé de bendición.
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